I.
Hoy me toco escribir,
escribió la bestia.
escribió la bestia.
Las estrellas del firmamento le llenaban los ojitos,
dejarse caer sobre las hojas
frescas como la noche y reencontrarse con el
respirar de los astros,
era su reino.
dejarse caer sobre las hojas
frescas como la noche y reencontrarse con el
respirar de los astros,
era su reino.
El parpadeo de los cuerpos en una danza de amor sónica
orgánica y extra excéntrica,
expansiva como la lava
se apoderaba de ella y ella de ello,
volcánicas fieras encendidas en sus pasiones
irreductibles,
ingrávidas
como las letras
y su nombre.
orgánica y extra excéntrica,
expansiva como la lava
se apoderaba de ella y ella de ello,
volcánicas fieras encendidas en sus pasiones
irreductibles,
ingrávidas
como las letras
y su nombre.
Jazzcinthya Irais Chaparro Medina
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