25 de julio de 2011

Practica del PODER 1

Me enamoro y desenamoro en tus versos,

me engancho a la palabra libertaria.


No más por ti, amor.

Nomás, lo justo para todos.


En mí, la reina de la muerte

renace en ave fénix.


El horizonte se transforma

desde la destrucción misma

hasta la creación fuera

en el universo.


Una cadena resuena como cinturón de culpas en el ocaso,

así se desvanece, así,

la grasa acumulada en el buche

desliza palabras

antes de hablar

ante el silencio,

a.


Fiera nocturna que velas la ráfaga del aire en la carne,

tatuada como la verdad del árbol a punto de rasgar un nuevo año alrededor del centro.

Mandato social para la mujer de éste siglo

Insistes en llamarme loca.

Insistes en llamarme señorita.

Insistes en llamarme mi reina.

Insistes en llamarme mamacita.

Insistes en decirme niña.

Insistes en callarme.

Y cuando soy una de éstas esclavas,

me doblego y caigo de rodillas al silencio.

Me desprecias y me ignoras

y toda posibilidad,

rota en la transmutación de la bestia.

Grito desde el agujero.

Una tormenta declinando en huracán

desde el centro de gravedad hasta las puntas y el mar.

Grito con el cuerpo de las palabras

y expulso desde la médula aquello con lo que nombras a tus fantasmas con mi cuerpo.

La sabiduría se asoma por el balcón de las virtudes.

El inconsciente comanda los tropiezos y los aciertos de la espátula y el lienzo,

del surcar el horizonte en el camino,

de llamar amor a lo vivido y

entregado al mundo del futuro,

de nombrar ahora el pacto adquirido en este anillo

anudando la triada del cero en movimiento,

manifestación digna del tiempo en el que la puntuación es.

17 de julio de 2011

La ciudad invisible 5 de julio de 2011

Goethe nos dice que la gente se había olvidado que la ciencia se originó en la poesía. La poesía, el arte en general, tiende a crear lo nuevo que luego la ciencia tiende a probar.

A todas/os mis terapistas

I.

Amo

esperaba tu muerte como cualquier esclavo que se alimenta de esperanza con sed de libertad,

no fue así

el destino jugo la partida

desperté en mi cadaver.

2.

Una mañana,

una mañana se cayó la manzana del árbol,

la ley lo cambió todo,

en una mañana la luna salió en lugar del sol,

una mañana desperté sin ti.

3.

Atiéndeme

no será la primera vez que te lo pida,

entiendo de futbol y filosofía

la única certeza sé, la muerte.

abrazo la vida para que éstos versos eleven el instante más allá del cadáver que en tus manos subvirtió el destino,

sin retorno, la meta acontece entre tu piel y mi sudor.

Entre tu palabra medulando mi despertar y el trabajo cotidiano

llegó otra mujer al mundo.

Atiéndeme

es la lluvia transformando la letra

¡escuchala!

4.

El grito fuerte hizo retumbar

la semilla que tus ojos vieron florecer

en la plasticidad del deseo.

Jazzcinthya Irais Chaparro Medina