21 de septiembre de 2011

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Ciudad de México, a 22 de septiembre de 2011



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Al poeta de “La casa tomada”


No hay puertas.

Dijiste la ultima vez que habitamos la casa.

No hubo puertas por donde salir o entrar.

No hubo despedidas.

Una tarde desde tu habitación

observaste el juego de llaves entre mi manos,

sonreíste tiernamente hacia la ventana que no había.

Como si fuera ella otra vez

la falta tuya en mí,

encontré la llave de ningún orificio,

para nada, tarde poética a la orilla de su falda.

La embestida de tu recuerdo

convocó el olvido en mi memoria,

era a ella a quien hablabas,

de quien hablaste en tres palabras,

en un aullido.

Al oOctavo aniversario de las orquídeas blancas,

el balcón pintado en la pared

anidó primaveras

fuera y dentro de tu habitación,

en la casa en la que todos duermen a esta hora.

En tus pupilas

recostado al horizonte

ella inunda la distancia entre tú y yo,

un aroma arrebatado entrelaza lo imposible,

una mirada al otro lado del pasillo

se apodera de eso que los límites del cuerpo habita,

ella acontece nuevamente descalza en el umbral de la rosa,

tu boca y mi mano en el vértigo de lo que cae.


Una danza de faisanes,

mientras llueven sueños en el horizonte,

empapan la realidad de la planicie impresa.






Jazzcinthya Irais Chaparro Medina