24 de marzo de 2016

POR NOSOTRAS



A Miguel Oscar Menassa y 
Al Grupo Cero


Nazco para el mundo.
Amo a México no como a Madrid,
amores incomparables,
así Cuba, la música,
o un aguardiente con versos frescos.

Nací en una generación
que vio caer el muro de Berlín,
recibió al nuevo milenio y está viviendo
la caída del imperio del dólar y el petróleo,
evaporado el sueño de la Unión Europea
guerra y guerra

guerra y guerra
ó Siria, Paris, África
desplazados, desplazados,
refugiados,
indocumentados ó
recorridos a bordo de La Bestia
por el sueño Americano,
anglosajón ó germano.
De migración, ¿hablamos?

Criptocracia de aquí y allá.
De una balsa o patera a un paraíso fiscal
no hay mucha distancia,
de pobreza nos inundamos.

La dominación de la salud con las farmacéuticas
y una OMS al servicio de banqueros
que compran y compran
deudas, avalados por enfermedades
detalladamente diagnosticadas
o
inexplicables accidentes o suicidios,
que la estadística aclara,
tan “exacta” la medicina clásica
que no se sabe, qué fue primero
¿fármaco o enfermedad?

Empresarios depredadores
fumigan insectomanía a la clase social que sea,
controlan natalidad
aniquilan población
sin distinción de raza y edad.
O por credo.

Prácticamente ninguna revolución
a triunfado.
Ni feministas
ni leninistas.

Hace 2500 años s. IV a.c.
Elihana de Gael
era jerarca
una mujer de negocios,
poseía lo que se puede poseer,
bienes a su nombre
en una antigua ciudad recién descubierta,
como el sello que lo confirma,
escritura de espejo
en piedra semipreciosa,
no para la imprenta
para nuestra historia
mujer.

Tiempo después
a Eva, la inventaron los hombres
para que naciéramos tuertas, y
de su costilla,
a nuestras espaldas
lo dictaron casi todo,
para los y las que veníamos,
no por razón o necesidad alguna,
el miedo paraliza
hasta el pensamiento.

Tradicional estrategia de guerra entre la especie,
50% de la población dominada por ideología,
un único amor hasta la muerte -muerte asegurada-,
para ella una ley, para él 
una doble moral permitida, 
eso no lo escribieron.
Por nosotras
las que vienen
escribo.

La caída es inevitable
como la incertidumbre,
así amanece, y
se levanta la pluma
para romper el silencio de los días
y las mordazas de los siglos.

Ellos también fueron engañados y maltratados,
no hay hombres libres
ni mujeres sumisas.
Las pasiones no progresan,
ni el deseo envejece.
La excepción existe como la ley de gravedad,
lo que no es excepcional 
es la diferencia,
se la niega
se le reprime;
negada
reprimida,
no cesa la diferencia,
sin destino es el destino.
Lo gravado en el tiempo histórico
para siempre
nuestro,
con voz, voto,
y el inapelable cuerpo jurídico.

El estado del siglo XXI
un cuadro fresco del XIX
-       moderno y democrático –
cual narcoestado bendecido.
En descomposición.
¡Aleluya!

 De fondo un grupo de caballeros
aplaudiendo la llegada de una dama.
Clásicas contradicciones
ecuménicas.
El enigma para acceder a la civilización,
es después de humanizarnos con Edipo,
después de la castración.

La diferencia entre hombre
y mujer
es lo radical.
No se puede pedir igualdad
donde no la hay.

¿Qué tiene qué ver lo que conocemos
con lo que existe?

¿Acaso el silencio
no es palabra,
o, el jadeo ha dejado de hablar?

Los paradigmas son pistas
en el firmamento,
lo inacabado
permanente.

La física y Einstein parieron este año
la primera generación
con universo sonoro,

el horizonte cambia
una vez más
y sin embargo…

Mujer, tienes la palabra
- virtud - misterio -
y los instrumentos de lectura,
no hay pre-vida ni
pre-textos,
puro
para hacer
con femenino ésta y cada vez,
para que no nos maten
ni los sueños
ni en vida,
para que no intercambies
tu cuerpo
sin consentimiento
y sin culpa,
para que no renuncies
por sacrificio
ni por amor.
por reconocer un goce húmedo
y abierto a la adición, 

para que no olviden que deseamos,
creamos y producimos;
no solo reproducirnos es una decisión.
No somos objetos,
la palabra
transforma
enfermedad
infidelidad
y delirio
de salida en otra cosa.

La frigidez
o la impotencia,
no son incurables
ni azarosos los destinos,
el buen medicamento es el mismo 
para casi todo malestar humano
esta impreso en el reverso de las células del lenguaje
se activa entre palabras puestas a escucharse,
con interpretación psicoanalítica
fortalece al sistema inmunológico 
favorece la realización de deseos 
sin síntoma o enfermedad.
¿Vejez ó Cuarta Juventud?

Mujer, florecer no es un milagro,
ni el dinero pecado,
el amor como el trabajo
con arte y ciencia 
dará frutos sanos
para quienes vengan
no solo, 
por nosotras.









  

18 de marzo de 2016

DÁTEME POEMA

No te me niegues como el niño juguetón
de mis sueños,
como el hijo que existe
en el ambiente interior de mis entrañas,
envuelto en un pequeño óvulo
en las trompas de Falopio.

Dáteme sin pasado obsesivo anatómico o erótico.

Dáteme sencillo,
dáteme desde fuera,
desde la piedra de algún camino
o desde el silencio de un ascensor
que lleva dos o tres personas desconocidas,
calladas en el silencio embarazoso
de la indiferencia.

Dáteme desde el agua,
desde la nieve inexistente de los trópicos,
dáteme rojo o azul,
confuso o transparente,
pero gírame el alma,
voltéame la mirada a otra parte,
haceme ver los pies sucios del pueblo,
el estómago grande del pueblo,

No me dejes tranquila, poema
asáltame
viólame
rebálsame los bordes,
los pliegues, los pechos
inúndame de maravilloso asombro,
lléname entera con el semen vital de la palabra,
con el milagro de un descubrimiento,
dáteme poema,
dáteme poema.


Gioconda Belli

17 de marzo de 2016

HERMOSURA DE LA DIÁLECTICA

A Cosme mi profesor de Filosofía

Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.

No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.

Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida 
al canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramos de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.

Si. 
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos
suelta con mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días, 
desenrollando el tiempo 
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.

Soy la mujer que piensa. 
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.

Gioconda Belli
(Nicaragua, 1948 - )

MENOPAUSIA

No la conozco
pero, hasta ahora,
las mujeres del mundo la han sobrevivido.
Sería por estoicismo
o porque nadie les concediera entonces 
el derecho a quejarse
que nuestras abuelas 
llegaron a la vejez 
mustias de cuerpo
pero fuertes del alma.
En cambio ahora
se escriben tratados
y, desde los 30, 
empieza el sufrimiento,
el presentimiento de la catástrofe.

El cuerpo es mucho más que las hormonas.
Menopáusica o no,
una mujer sigue siendo una mujer;
mucho más que una fábrica de humores
o de óvulos.
Perder la regla no es perder la medida, 
ni las facultades;
no es meterse cual caracol
en una concha
y echarse a morir. 
Si hay depresión,
no será nada nuevo;
cada sangre menstrual ha traído lágrimas 
y su dósis irracional de rabia.
No hay pues ninguna razón 
para sentirse devaluada.
Tira los tampones,
las toallas sanitarias.
Hacé una hoguera con ellas en el patio de tu casa.
Desnúdate.
Bailá la danza ritual de la madurez.
Y sobreviví
como sobreviviremos todas.

GIOCONDA BELLI
(Nicaragua, 1948 - )