23 de abril de 2011

Sin título


Santo viernes! qué silencio,
qué locura hablar con el verde del viento,
me arranca las palabras y se las lleva lejos,
el nido se desmorona,
el viento arrecia contra todo lo que no sea verde pulido,
lo que no sea su pálida extrañeza,
lo que no sea su oscura razón y esa sordera firme y frágil del desamparo.

Máscara, máscara,
ojos vacíos,
labios sin lengua
aire sin cuerpo
para cubrir lo inerte de las rocas azotadas por el agua,
por la espuma de una mujer
loca y apasionada
que habla y estremece al mundo poderoso
sin tener espada ni trono,
solo palabras.

Santo viernes! qué miedo entre los hombres.
qué necedad alimenta a las reses y espanta a los pájaros,
cuál túnel sin tiempo arrasó con el amor?...
el amor que nos vio libres antes de encadenarnos a la ausencia.
el amor que no entrega a quien es su trabajo
el amor que no fue nuestro.

Sábado de Gloria!
discurre el silencio y su palabra entre las montañas del desierto,
como un Nilo llegarán a algún destino,
al mar del marinero sin telarañas,
al canto de la sirena sin prejuicios terrenales,
y ella, muerta entre las flores
habrá soñado que la coca-cola nunca existió.

Sábado de Gloria,
una lágrima sin rostro cayó en la semilla del silencio,
bendito el tiempo que nos arroja más allá de los días,
de la muerte, ... mañana, domingo de resurrección.

23 de abril de 2011
La feria de las letras.

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